miércoles, 10 de enero de 2007

partes de lo que fuí 2.

Se acuesta cada noche borracha de insensaciones y desvariaciones y dice soñar.
Insuficiencias y carencias de la madre lunar,
incluso aun estando serena es capaz de divisar la tremenda estupidez que comete.
Aun asi, nunca ha dejado de andar.
Y si se planta en un rosal y deja florecer sus tallos
nacen espinas doradas tan bellas como el solar de tus labios.
Tiene el cuello partido y resentido
y cuando traga palabras convertidas en vino se escuece su corazón,
y los petalos por lagrimas se tornan de un color rojo pasión
cubierto de nata espumosa,
de la rabia que te dió por escupirme.
Y cicatrices en mi espalda,
cicatrices en mi alma y en mis bragas.
Pero ella nunca se queja,
y no tocó la tinta para sacudir a estas rarezas.
Se fumo un pitillo.
Entre las cinco y las cinco y poquisimo yacia nuestro Yo,
un Yo profundo y resentido pero que nada dijo por temor al suicidio.
Un Yo que se escondia en las dos manos que se herian aquella noche,
tan acostumbrado ya, nuestro Yo querido,
que cicatrizaban apenas sin haberse sentido mismo.
Tan tan tan mentiroso andaba tras una sátira de sonrisas,
de vueltas y venidas que no duraron nada,
de palabras que llegaron al colmo y desperdicio,
de estacas que nos mataron como si fueramos vampiros,
tan tan tan,
que debo haber sido incluso más tonta que todo eso para habermelo creido.
Nos marchitatamos con los llantos de todos los niños muertos,
y manzanas con caramelo para Blancanieves,
y azucar de color rosa para tus picados dientes.
Que ya no me creo nada de lo que dices.
Ni se mueven mis tijeras para cortarte la lengua
ni me acerco a tus intenciones.
Y como duele,
te lo digo sin sentirme victima de tus amarguras y tristezas,
como un cumplido,
que esto es lo que me haces cuando andas a oscuras por la senda de tu corrida,
que todo lo que dices sea vida,
que tus propias cadenas te devoren viva.
Y asi, sin salida,
me escabullo por una grieta malcosida de tus piernas
y me endurezco como un falo,
cada vez que me acaricias con tus manos cubiertas de torturas.
Y ya no queda nada a filosofia.
Y ya no es nada filosofia,
ni siquiera cree que exista en ella misma.
Filosofia tiene los dias contados,
tiene perdida la vida.
Ya no queda nada,
filosofia está podrida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La filosofia es lo que tu quieres que sea...

Anónimo dijo...

Me encanta como escribes.

Para cuando el siguiente? ;)