lunes, 4 de diciembre de 2006

querida

esto, es el final.
sé, que pretendes hacerme creer que nunca empecemos y que por ello, no sabes a qué viene esta despedida vulgar y dramatica.
las cosas que no llevan un nombre. ni me llevo el tuyo escrito entre las piernas ni el mio -de prestado-, se quedará en tu corazón. las cosas que si lo llevan,
son todo lo que queda a nuestro alrededor.

es verdad, no sé que ha pasado. porque han sido dos días contados los que sonreía con tu nombre entre mis dientes, siseando imposiblemente la única vocal de tu nombre. si me descuido, me atrapas.
pero es demasiado profundo el pánico que aspiro cada vez que respiro en algún lugar donde tu no estás. como si tu ausencia fuera contaminación para el único pulmón que me respira por la boca, cuando la abro y que no sea para hablar.

no será a mi, a quien le cuentes tu secreto.
podría enamorarme de ti, lo sé.
y pasarme el resto de la vida pensando en ti y en todas las cosas que me haces, me dices y te aman. pensando en qué posibilidades tengo de que des media vuelta y te vengas conmigo. remotas, perdidas
trágicas despedidas.
tú y yo, nunca fuimos amigas. pero tengo que llamarte de alguna forma y perdóname, si no te encaja el nombre ni se parece de reojo a lo que eres. si, alguna vez, le dije a alguien que podrías ser mi vida.

querida,
hice este blog para ti pero ahora, parece haber perdido toda la magia.
ahora, parece más aburrido y triste de como lo imaginé.
buscando el tiempo,
donde colocarte para el resto y llévate contigo,
los mil besos que nunca te dí.

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